¿Cómo se realiza la aplicación de hormigón impreso?
16 octubre 2024Protección pasiva contra el fuego: un pilar silencioso en la seguridad de los edificios
La protección contra incendios en edificios no se limita a extintores, alarmas o rociadores. Existe una defensa silenciosa, pero vital: la protección pasiva contra el fuego. Esta estrategia constructiva permite contener el fuego y proteger la estructura del edificio desde el primer minuto de un siniestro, incluso si los sistemas activos fallan.
Entre sus soluciones más importantes destacan los sistemas ignífugos o ignifugados, fundamentales para cumplir con la normativa española (Código Técnico de la Edificación) y garantizar la seguridad estructural y de los ocupantes.
¿Qué es la protección pasiva contra incendios?
La protección pasiva incluye todos aquellos elementos constructivos diseñados para:
- Contener el fuego en sectores delimitados
- Evitar la propagación de las llamas, gases y humo
- Garantizar la estabilidad estructural del edificio durante un tiempo determinado
- Facilitar la evacuación segura de los ocupantes
A diferencia de los sistemas activos (como detectores, extintores, sprinklers, etc.), la protección pasiva no necesita activarse: funciona desde el inicio del incendio, sin intervención humana ni mecánica. Está integrada en la arquitectura del edificio desde su construcción.
¿Qué son los sistemas ignífugos y por qué son clave?
Los ignifugados son tratamientos aplicados a estructuras y elementos constructivos para mejorar su resistencia al fuego. Actúan como una barrera térmica que retarda el colapso estructural.
Estos sistemas permiten mantener la integridad de la estructura durante 30, 60, 90 o hasta 240 minutos, lo que es crítico para la evacuación y actuación de emergencias.
Las soluciones más habituales incluyen morteros ignífugos proyectados sobre acero o forjados y pinturas intumescentes que se expanden con el calor, sellados de pase de instalaciones y franjas cortafuegos.
Su aplicación es esencial para cumplir con las exigencias del CTE DB SI (Seguridad en caso de incendio), especialmente en edificios de uso público, residencial, industrial o terciario.
Aplicación de sistemas ignífugos en edificación
Los ignifugados se utilizan en una gran variedad de elementos, entre ellos:
Normativa aplicable en España
Los ignifugados están regulados principalmente por:
- El CTE DB SI, que establece requisitos de resistencia al fuego (REI) para estructuras y compartimentación en función del uso del edificio y su altura.
- El RSCIEI (Reglamento de Seguridad Contra Incendios en Establecimientos Industriales), para entornos fabriles y logísticos.
- Normas UNE-EN para ensayos de comportamiento al fuego (UNE-EN 13381, UNE-EN 13501).
Además, deben contar con ensayos certificados, marcado CE y ser aplicados por profesionales cualificados.
Ventajas de los ignifugados en obra nueva o rehabilitación
- Aumenta la seguridad estructural en caso de incendio
- Facilita el cumplimiento normativo y la obtención de licencias
- Reduce riesgos legales y responsabilidades del promotor
- Mejora la protección de activos y minimiza los daños materiales
- Añade valor técnico al proyecto de arquitectura o ingeniería
Protección pasiva versus activa
La protección pasiva y la activa no compiten: se complementan.
Mientras la protección activa detecta y combate el fuego, la pasiva garantiza la estabilidad del edificio aunque los sistemas activos fallen.
Esto convierte a la protección pasiva en una segunda línea de defensa planificada, crítica para la seguridad integral.
Ejemplo técnico: uso de mortero proyectado ignífugo
En un edificio industrial con estructura metálica, se proyecta mortero ignífugo sobre las vigas y pilares de acero para lograr una resistencia al fuego de R-120 (120 minutos).
¿Qué ocurre si fallan los rociadores? El recubrimiento ignífugo evita que el acero alcance los 500 °C, su punto de colapso. Esto permite que la estructura se mantenga estable durante 2 horas, tiempo suficiente para evacuar el edificio y permitir la actuación de los bomberos.
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